El estrés laboral es una realidad que afecta a una gran parte de la población trabajadora en todo el mundo. Las exigencias constantes, la presión por cumplir objetivos y la falta de equilibrio entre la vida personal y profesional pueden desencadenar una serie de síntomas que impactan negativamente en la salud y el bienestar. Según datos recientes, casi el 70% de los trabajadores experimentan estrés laboral al menos una vez a la semana, y uno de cada siete se siente estresado diariamente. ¿Nos acompañas para conocer cómo combatir el estrés laboral y aprender a generar entornos profesionales saludables?
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Toggle¿Qué es el estrés laboral?
Podemos definir el estrés laboral como la respuesta física y emocional que tenemos cuando las exigencias del trabajo superan la capacidad de una persona para manejarlas. Es una forma específica de estrés que surge en el entorno profesional y puede ser tanto puntual como crónico. Cuando se prolonga en el tiempo, puede tener consecuencias graves para la salud física y mental del trabajador.
Las causas del estrés laboral son diversas e incluyen factores como la sobrecarga de trabajo, la inseguridad laboral, ambientes tóxicos, falta de reconocimiento y dificultades para equilibrar las responsabilidades laborales con la vida personal. Pero, ¿cómo lo detectamos?
Síntomas del estrés laboral
Para detectar que hay estrés laboral, deberemos prestar atención a una serie de síntomas. De hecho, existen tres tipos de síntomas a considerar:
Síntomas fisiológicos
Se refiere a los síntomas de nuestro cuerpo ante el estrés. Incluyen las siguientes señales de alerta:
- Sudoración excesiva.
- Tensión muscular.
- Dificultades respiratorias.
- Palpitaciones.
- Molestias estomacales.
- Mareos y náuseas.
- Sequedad bucal.
Síntomas emocionales
Estos son los síntomas relacionados con la percepción y los sentimientos y emociones de la persona:
- Ansiedad.
- Irritabilidad.
- Desmotivación.
- Tristeza o depresión.
- Sentimientos de impotencia.
Síntomas conductuales
Los síntomas conductuales del estrés laboral son los más fáciles de detectar desde el exterior, puesto que están vinculados a cómo se comporta y relaciona una persona con su entorno:
- Aislamiento social.
- Dificultad para concentrarse.
- Incremento en el consumo de sustancias como alcohol o tabaco.
- Absentismo laboral.
- Disminución del rendimiento.
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Cómo combatir el estrés laboral
Pero, ¿qué podemos hacer para prevenir y combatir el estrés laboral? Tanto si queremos evitarlo en nuestro equipo como si buscamos una forma de sortearlo por experiencia propia, estas técnicas y estrategias son de utilidad. ¡Toma nota!
Establecer objetivos realistas
Aceptar más tareas de las que se pueden manejar conduce a una sobrecarga que incrementa el estrés. Por ello, es esencial establecer metas alcanzables y comunicar de manera efectiva cualquier dificultad para que se puedan hacer ajustes necesarios.
Priorizar las tareas
Organizar las actividad diarias según su importancia y urgencia ayuda a gestionar el tiempo de manera eficiente. Esto, además, permite enfocarse en lo esencial y reducir la sensación de estar abrumado por múltiples responsabilidades.
Practicar técnicas de relajación
Esto incluye incorporar prácticas como el mindfulness, la meditación o la respiración profunda. Hacerlo ayuda a reducir la tensión y mejorar la respuesta al estrés. Estas técnicas han demostrado ser efectivas para reducir la ansiedad y mejorar el bienestar general, y es posible enseñar su importancia a través de talleres, charlas o experiencias de team building.
Mantener hábitos saludables
Una alimentación equilibrada, ejercicio regular y un sueño reparador son fundamentales para afrontar el estrés. Estas prácticas fortalecen el cuerpo y la mente, aumentando la resiliencia ante situaciones estresantes. Una forma de promover hábitos saludables entre un equipo de trabajo es organizar talleres que otorguen las herramientas para incluir el ejercicio y los buenos hábitos en el día a día.
Aprender a delegar
Reconocer que no es necesario hacerlo todo uno mismo y confiar en el equipo de trabajo para compartir responsabilidades puede reducir significativamente la carga laboral y el estrés asociado. Una estrategia que funciona a la hora de aprender a delegar es definir claramente cuáles son las tareas de cada individuo, puesto que de esta manera nadie se encarga de más de lo que puede asumir.
Establecer límites claros
Definir horarios de trabajo y respetarlos, evitando llevar tareas laborales al ámbito personal, ayuda a mantener un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal. Este elemento es fundamental para fortalecer un equipo de trabajo y hacer que cada miembro se sienta más comprometido, puesto que se transmite el respeto hacia su tiempo.
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