Para especializarse en dermocosmética, es necesario estudiar temas que combinan dermatología, química cosmética y formulación de productos. Lo que se estudia para ser dermocosmética incluye los tipos de piel y sus necesidades específicas, algo crucial para diseñar productos eficaces y seguros. También hay que formarse en ingredientes activos y cómo interaccionan con la piel para tratar problemas cutáneos.